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La época insegura: Un caso entre miles

Fue en Junio del 2015 cuando me entere de esto. No me acuerdo si eran las once o las doce de la noche cuando recibí una llamada. Era don Diego llamándome desesperado porque acababan de asaltar el kiosco de La Esquina, Don Diego era un pibe humilde y trabajador, se ganaba la vida con su trabajo el cual estaba al lado del kiosco asaltado.

El kiosco de La Esquina era de un viejo amigo suyo, Don Luis Ricardo, se conocían hace muchos años, estos han sido vecino desde hace mucho tiempo. También era su socio.

En la llamada, Don Diego me decía que se robaron once mil pesos, mercadería, dos celulares y como si fuera poco, se robaron el auto de una clienta, entre otras cosas. Cuando diego me contaba lo sucedido, me dijo que no todo era lo que parecía. Ahí me despertó la duda.

Al otro día volví a recibir una llamada de él, pero esta vez me dijo que prenda la televisión y ponga el canal 9. Yo no entendía nada, me acababa de levantar el con su llamada.

Hice lo que me dijo, prendí la tele y puse el canal 9. Resulta que me encontré con Don Diego en la pantalla, le estaban haciendo unas preguntas en vivo sobre el robo, ya que él lo había presenciado. Fue ahí cuando se me ocurrió hablar yo misma con Don Diego y hacerle mis propias preguntas, porque sabemos que no toda la verdad se publica y dice en los periódicos o canales de televisión. No me podía quedar con esa investigación tan pobre que los periodistas habían hecho suponiendo que no había nada más. Quería ver si había algo más.  

Fui directo al negocio de Don Diego, sin avisar, caí de sorpresa.

    - ¡Que sorpresa verte acá! – Me dijo Don Diego

Don Diego era mi padre, lo salude con un abrazo ya que no lo veía hace una semana más o menos.

    - Te quería preguntar un poco sobre lo que paso ayer, tengo unas dudas.  –Le dije a mi padre.

    - Decime en que te puedo ayudar –Respondió Don Diego.

    - Me quede pensando en que el asalto no fue así porque si, tiene que haber algo, necesito que me ayudes. Contame bien como fue todo  – Le dije yo

    - Mira, casi siempre estoy en mi negocio, pero había ido a cobrarle a Gabi (la empleada). Entraron dos tipos, haciéndose los tontos, como que no sabían que querían llevar hasta que quedó poca gente. Ahí le pidieron la guita a la chica que atiende, la chica le entrego toda la plata ya que los dos tenían revolver.

    - Claro, y entro una vieja y le dice:

            - Véndeme un Philip 20 que he dejado el auto mal estacionado.

           - ¿Qué auto? –Dijeron los ladrones

            - La Suran pero ya me voy - Respondió la vieja.

            - No, deme la llave –Le dijo uno de los delincuentes.

 Me decía mi padre contándome tal cual fue la situación.

Prosiguió contándome:

    - Entonces se llevaron la guita, la Suran de la vieja, le robaron el celular a dos clientes más que habían ahí en el negocio, el celular de Gabi       también, el del minimarket, y bueno se fueron con la plata y con todo.  Y Salí yo en la prensa porque Don Luis no quería, y bueno les dije que ya estábamos hartos de la delincuencia, pero no tenemos otra cosa, no nos podemos cambiar de país. La quinta sección es muy bonita, pero no se salva, todos los días podes encontrar vidrios rotos tirados.

 

Luego de esta mini entrevista que le hice estuvimos más o menos una hora y media hablando sobre el tema y por mientras cebábamos unos mates. Me había dicho que en realidad las cámaras habían captado a los delincuentes, pero que no lo mostraron a la prensa ya que creían conocer a los ladrones. De todas formas, las grabaciones no estaban cien por ciento nítidas y claras, Don Luis y Don Diego supusieron verle caras conocidas.

Otra cosa que dijo, es que le pareció raro que en la grabación, la ‘’clienta’’ que le roban el auto, estuvo estacionada ahí durante unos minutos adentro del auto esperando quien sabe que, y justo cuando los delincuentes salieron del negocio, esta salió de la camioneta y dejo la puerta abierta. Además, luego del asalto, al otro día, la misma no quiso ir a declarar o ser parte de la denuncia. Acá había algo raro. Claramente, estas son distintas hipótesis, pero una cosa lleva a otra cosa, y esto podría ser algo importante para tener en cuenta.

Don Luis y mi padre creyeron conocer a estos delincuentes de las juntadas de asado con los amigos. En realidad entre todos nunca se llevaron muy bien, eran distintos grupos que unos se llevaban mejor que otros. Decían que a veces chocaban pero no era la gran cosa.

Lo que los llevaba a la gran duda a mi padre y a Don Luis, fue que solo muy pocos amigos que habían trabajo años anteriores con Don Luis sabían dónde estaba ubicada la caja fuerte. Entonces, ellos pensaban que el que asalto su negocio, debió haber sido algunos de los del asado, alguno de sus ‘’amigos’’. Pero lógicamente, esos amigos que lo sabían, eran mejores amigos de toda la vida, desde que iban al jardín de infantes, puede uno imaginarse todos los años de vida y amistad que estos han compartido. Sus amigos no eran los delincuentes.

Otra hipótesis que generaron, fue que sus amigos no habían sido los que asaltaron, eso lo sabían ya que los habrían reconocido por la cámara de seguridad. Asique, quizás en algún asado o en quién sabe dónde, a alguno de sus amigos se les había escapado la ubicación de la caja fuerte o algo relacionado con el tema. Claro que esto no fue seguro, pero era una conclusión más que tenían. 

Pensaron que eso habría sido algún tipo de resentimiento, ya que a Don Luis le va muy bien con su negocio, y nunca faltan las personas que quieren arruinar eso. Don Luis, revelo que sus amigos siempre lo habían desanimado en sus proyectos y emprendimientos. Aquí había envidia y resentimiento, sin duda alguna.

Don Diego me decía que habían asaltado negocios por esa zona, pero nunca habían sido tan violentos como estos.

      - Es que en realidad ya no se puede estar seguro, siempre hay que estar prevenidos. –Me decía mi padre ese día.

Tal cual lo decía, la inseguridad corría por las calles, así sea en las calles Granaderos y Juan B. Justo (las calles en la cual estaban los negocios de Don Luis y Don Diego), o así sea en el centro de Mendoza, en Chacras, o en Maipú, en todas partes había, y hay hasta el día de hoy, inseguridad.

Días anteriores al asalto, mi padre me había contado que a él también lo habían querido asaltar en varias ocasiones, pero su negocio esta enrejado, y eso fue lo que les impedido y dificulto su entrada en varias ocasiones. Pero lamentablemente, las cámaras no habían podido captar las caras de los delincuentes que habían querido asaltar el negocio de mi padre, por eso mismo, fue imposible la investigación de los mismos.

La empleada llamada Gabriela, que se encontraba en el negocio, nos explicó que el encuentro con los delincuentes había sido muy violento, la amenazaron con un a ella y a Don Luis, el dueño del kiosco. Tuve el gusto de hablar con ella y hacerle unas preguntas.

     - Señorita, ¿nos podría contar como vivió la situación?

     - Bueno la verdad que no fue tan aterrador porque no salió nadie herido. Yo estaba trabajando con el dueño del local, el martes, más o menos a la noche, ya estaba oscuro, deben haber sido entre las diez y las nueve de la noche, y bueno estábamos trabajando lo mas bien y entraron unos jóvenes que no se si estaban bajo los efectos de algo, no sabría decirlo, pero se llevaron plata de la caja, y en la escapada se subieron al auto de una clienta que viene a comprar cigarrillos acá al kiosco, y se dieron a la fuga. Yo estaba muy nerviosa, fue violento y yo no gritaba. Por supuesto que nosotros hicimos la denuncia. La verdad fue un muy mal momento porque esto podría haber causado un daño más grave si hubiese habido más gente, justo estos habían esperado un momento que el local no estaba tan lleno como en otros momentos.

Y en los robos no solo fue el dinero que es un daño material muy grande para el hoy por hoy, si no que acarrearon con todo lo que pudieron, bebidas cigarrillos, galletas, toda la parte de mercadería del propio local. Y bueno, son las épocas que nos tocan vivir el hoy por hoy.

Luego de todo lo investigado, Don Luis y mi padre, descubrieron que en realidad esto no había sido un ajuste de cuentas ni ningún tipo de resentimiento, ya que luego de meses viendo las grabaciones, observaron que las personas no eran las que ellos creían que eran. Además, meses después la empleada revelo que en realidad los delincuentes no habían robado el dinero de la caja fuerte, sino de la caja normal. Esto lleva a que nadie sabía la ubicación de la caja fuerte. Los delincuentes sin identidad habían elegido un quiosco al azar y solamente lo habían asaltado. Y con respecto a la señora dueña del auto robado, el mismo fue encontrado destruido en el campo papa, esto nos lleva a sacar las dudas que teníamos con ella, ya que si hubiese sido un robo en complot, el auto no hubiese salido en esas condiciones. Luego de encontrar el auto, la señora hizo la denuncia.

 

 

REFERENCIA DE PERIODICO DEL DÍA DEL ASALTO:

http://www.losandes.com.ar/noticia/delincuentes-armados-que-asaltaban-un-kiosco-escapan-en-el-auto-de-una-clienta-ocasional-en-la-quinta-seccion

http://www.losandes.com.ar/article/asaltan-a-dueno-y-clienta-de-un-minimarket-en-la-quinta-seccion

Ocurrió en un comercio de Granaderos y Juan B. Justo. Dos hombres se robaron $11 mil, mercaderías y escaparon en la Suran de una clienta.

El dueño y una empleada de un minimarket fueron asaltados por dos sujetos armados en la Quinta Sección, informaron fuentes policiales. 

Los delincuentes encañonaron a las víctimas les robaron dinero en efectivo, mercaderías varias y escaparon en el auto de una clienta ocasional que se había detenido en el sitio para comprar algo.

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